Saturday, September 25, 2010

Roberto Bolaño: El escritor y su oficio

Aquí dejo constancia de algunos consejos un tanto humorísticos del escritor chileno Roberto Bolaño. Como todo en el arte y en la vida, nada es cien por cien verdad, pero vale la pena escucharlo:

Como ya tengo 44 años, voy a dar algunos consejos sobre el arte de escribir cuentos.

1. Nunca abordes los cuentos de uno en uno. Honestamente, uno puede estar escribiendo el mismo cuento hasta el día de su muerte.

2. Lo mejor es escribir los cuentos de tres en tres, o de cinco en cinco.
Si te ves con energía suficiente, escríbelos de nueve en nueve o de quince en quince.

3. Cuidado: la tentación de escribirlos de dos en dos es tan peligrosa como dedicarse a escribirlos de uno en uno, pero lleva en su interior el mismo juego sucio y pegajoso de los espejos amantes.

4. Hay que leer a Quiroga, hay que leer a Felisberto Hernández y hay que leer a Borges. Hay que leer a Rulfo, a Monterroso, a García Márquez. Un cuentista que tenga un poco de aprecio por su obra no leerá jamás a Cela ni a Umbral. Sí que leerá a Cortázar y a Bioy Casares, pero en modo alguno a Cela y a Umbral.

5. Lo repito una vez más por si no ha quedado claro: a Cela y a Umbral, ni en pintura.

6. Un cuentista debe ser valiente. Es triste reconocerlo, pero es así.

7. Los cuentistas suelen jactarse de haber leído a Petrus Borel. De hecho, es notorio que muchos cuentistas intentan imitar a Petrus Borel.

Gran error: ¡Deberían imitar a Petrus Borel en el vestir! ¡Pero la verdad es que de Petrus Borel apenas saben nada! ¡Ni de Gautier, ni de Nerval!

8. Bueno: lleguemos a un acuerdo. Lean a Petrus Borel, vístanse como Petrus Borel, pero lean también a Jules Renard y a Marcel Schwob, sobre todo lean a Marcel Schwob y de éste pasen a Alfonso Reyes y de ahí a Borges.

9. La verdad es que con Edgar Allan Poe todos tendríamos de sobra.

10. Piensen en el punto número nueve. Uno debe pensar en el nueve. De ser posible: de rodillas.

11.Libros y autores altamente recomendables: De lo sublime, del Seudo Longino; los sonetos del desdichado y valiente Philip Sidney, cuya biografía escribió Lord Brooke; La antología de Spoon River, de Edgar Lee Masters; Suicidios ejemplares, de Enrique Vila-Matas.

12. Lean estos libros y lean también a Chéjov y a Raymond Carver, uno de los dos es el mejor cuentista que ha dado este siglo.

Wednesday, September 15, 2010

Augusto Monterroso: La fe y las montañas

Recomendadísimo minirelato del escritor guatemalteco, mostrando sus dotes para la ironía.

Al principio la Fe movía montañas sólo cuando era absolutamente necesario, con lo que el paisaje permanecía igual a sí mismo durante milenios. Pero cuando la Fe comenzó a propagarse y a la gente le pareció divertida la idea de mover montañas, éstas no hacían sino cambiar de sitio, y cada vez era más difícil encontrarlas en el lugar en que uno las había dejado la noche anterior; cosa que por supuesto creaba más dificultades que las que resolvía.

La buena gente prefirió entonces abandonar la Fe y ahora las montañas permanecen por lo general en su sitio. Cuando en la carretera se produce un derrumbe bajo el cual mueren varios viajeros, es que alguien, muy lejano o inmediato, tuvo un ligerísimo atisbo de fe.
FIN

Julio Torri en corto: Maestro del cuento breve

Julio Torri nació en Saltillo porque, al igual que Tampico, es un buen lugar para que nazcan los hombres ilustres. Se mudó a la capital porque, al igual que en Monterrey, ahí se ilustran. No se equivocó. Trabó amistad con Alfonso Reyes para formar el Ateneo de la Juventud, ese temprano think tank dedicado a "propagar ideas nobles y bellas". De altas ideas él mismo, de síntesis absoluta. Se adiestró en la prosa de Aloysius Bertrand, Charles Lamb y Jules Renard y entendió que lo inefable, como en la música se expresa con silencios. Así dió con la prosa breve hasta amaestrarla. Su vida entera se la dedicó a la cultura en diferentes cargos. Aunque escribió muy poco -y de estos hay varías teorías-, se le recuerda por páginas de no poca riqueza literaria. 

Una cita: Encubre a tus hermanos el amor que les tengas y disimula tus pasiones ante los hombres, porque eres, hijo mí, un mal actor de tus emociones.

Un texto:
De funerales y otros minitextos

Se recomienda:
El mal actor de sus emociones #Minitexto
De funerales #Minitexto
A Circe  #Minitexto

Mucha de la información de este minitexto está basada en la semblanza de Beatriz Espejo para Material de lectura.

Monday, September 13, 2010

Augusto Monterroso: Decálogo del escritor

Me gustaría inaugurar esta sección de creación literaria con esta buenísima lista de argumentos de Monterroso (hondureño, 1921 - 2003) entendiéndose que todo lo que se diga puede ser tirado por la borda si se tiene algo mejor que decir.

Primero.
Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando no, también. Escribe siempre.

Segundo.
No escribas nunca para tus contemporáneos, ni mucho menos, como hacen tantos, para tus antepasados. Hazlo para la posteridad, en la cual sin duda serás famoso, pues es bien sabido que la posteridad siempre hace justicia.

Tercero.
En ninguna circunstancia olvides el célebre díctum: "En literatura no hay nada escrito".

Cuarto.
Lo que puedas decir con cien palabras dilo con cien palabras; lo que con una, con una. No emplees nunca el término medio; así, jamás escribas nada con cincuenta palabras.

Quinto.
Aunque no lo parezca, escribir es un arte; ser escritor es ser un artista, como el artista del trapecio, o el luchador por antonomasia, que es el que lucha con el lenguaje; para esta lucha ejercítate de día y de noche.

Sexto.
Aprovecha todas las desventajas, como el insomnio, la prisión, o la pobreza; el primero hizo a Baudelaire, la segunda a Pellico y la tercera a todos tus amigos escritores; evita pues, dormir como Homero, la vida tranquila de un Byron, o ganar tanto como Bloy.

Séptimo.
No persigas el éxito. El éxito acabó con Cervantes, tan buen novelista hasta el Quijote. Aunque el éxito es siempre inevitable, procúrate un buen fracaso de vez en cuando para que tus amigos se entristezcan.

Octavo.
Fórmate un público inteligente, que se consigue más entre los ricos y los poderosos. De esta manera no te faltarán ni la comprensión ni el estímulo, que emana de estas dos únicas fuentes.

Noveno.
Cree en ti, pero no tanto; duda de ti, pero no tanto. Cuando sientas duda, cree; cuando creas, duda. En esto estriba la única verdadera sabiduría que puede acompañar a un escritor.

Décimo.
Trata de decir las cosas de manera que el lector sienta siempre que en el fondo es tanto o más inteligente que tú. De vez en cuando procura que efectivamente lo sea; pero para lograr eso tendrás que ser más inteligente que él.

Undécimo.
No olvides los sentimientos de los lectores. Por lo general es lo mejor que tienen; no como tú, que careces de ellos, pues de otro modo no intentarías meterte en este oficio.

Duodécimo.
Otra vez el lector. Entre mejor escribas más lectores tendrás; mientras les des obras cada vez más refinadas, un número cada vez mayor apetecerá tus creaciones; si escribes cosas para el montón nunca serás popular y nadie tratará de tocarte el saco en la calle, ni te señalará con el dedo en el supermercado.
El autor da la opción al escritor de descartar dos de estos enunciados, y quedarse con los restantes diez.

Jorge Luis Borges en corto

Jorge Luis Borges (argentino, 1899 - 1986)




Georgie, como le decían de cariño, gozó de una mente privilegiada como pocas. Nació en Buenos Aires en 1899, y a los pocos años ya escribía y traducía. Su abuela le enseñó el inglés. Su padre le enseñó la biblioteca donde pasó gran parte de su infancia. Desde niño amó profundamente la literatura.

Cultivó la poesía, el ensayo y el cuento magistralmente. Nadie como él toca temas como el destino, lo mágico y la literatura con tanta poesía y filosofía. Le gusta hablar también de la inmortalidad, de los sueños, de laberintos, y espejos y bibliotecas infinitos. Algunos de sus mejores cuentos se encuentran en Ficciones (1944).

De joven vivió en Ginebra y España. Llevó el ultraísmo a Buenos Aires y publicó poesía y ensayos, ya con un estilo literario elegante y único. Se casó dos veces, brevemente y a edad tardía (la última vez fue unos meses antes de morir). Borges sufría de una enfermedad hereditaría que lo íría dejando ciego paulatinamente. Su vida fue una carrera contra las tinieblas. Hombre apolítico, apoyó por diversos motivos la dictadura militar de su país. Se sabe que por esta razón, nunca le dieron el Premio Nobel.

Borges fue un soñador. Soñó entre otras cosas que el paraíso sería una biblioteca. Unos días antes de morir de cáncer, tomaba clases de árabe: ciego y con 86 años nada más.

Una cita:
"Yo no bebo, no fumo, no escucho la radio, no me drogo, como poco. Yo diría que mis únicos vicios son El Quijote, La Divina Comedia y no incurrir en la lectura de Enrique Larreta ni de Benavente."

Un texto:
La forma de la espada de Ficciones

Se recomienda:
Fervor de Buenos Aires (1923) #Poesía
Ficciones (1944) #Cuentos
Otras inquisiciones (1952) #Ensayo

Julio Cortázar en corto

Julio Cortázar (argentino, 1914 - 1984)

Julio Cortázar es un regalo para la imaginación. Nació en Bruselas, de padres argentinos, pero desde joven vivió en Buenos Aires y casi toda su vida en París. Estudió para maestro, se ganó la vida traduciendo, pero se ganó la inmortalidad como escritor.

Sus cuentos hablan de cosas fantásticas, que irrumpen en lo cotidiano para romper con el orden establecido y lo que todos damos por hecho, como por ejemplo una prenda que no se deja ponerse se vuelve una amenaza para su dueño, o un hombre es asesinado por un personaje de la novela que está leyendo. Cortázar busca lo maravilloso, las excepciones que rompen toda regla a la que estamos acostumbrados.

Se dió a conocer con Bestiario (1951), al que siguieron los libros de cuentos Final de juego (1956) y Las armas secretas (1959). En Historias de cronopios y de famas (1962) utiliza seres imaginarios para construir textos divertidísimos sobre las conductas de las personas. En 1963 publicó su obra cumbre, Rayuela, una novela que puede leerse de diferentes maneras y que utiliza los monólogos de un argentino en París para hablar de la búsqueda del amor y del sentido de la vida en formas totalmente innovadoras.
Después publicó libros más experimentales como 62 / Modelo para armar (1968), Último round (1969), y hasta Libro de Manuel (1973) de contenido altamente político, entre otras cosas. Julio murió de leucemia en París, dos años después de que muriera su esposa, la escritora Carol Dunlop.

Una cita:
"¿Hasta cuándo vamos a seguir creyendo que lo maravilloso no es más que uno de los juegos de la ilusión?"

Un texto:

Se recomienda:
Final de juego (1956) #Cuentos
Historias de cronopios y de famas (1962) #Cuentos
Rayuela (1963) #Novela
 

Saturday, September 4, 2010

Oh non, ce n'est pas toi de Jacqueline Maillan: Un azar y una traducción.

A veces te pasa que te encuentras por azar una canción que te gusta inmediatamente. Eso me pasó con esta canción, bastante random, con una letra muy lírica como normalmente son las francesas consagradas. Entiendo que la cantaba Jacqueline Maillan pero no he podido encontrar más que esta versión, si así es una improvisación, ¿cómo será una versión bien trabajada?




Oh non ce n'est pas toi
Toi qui m'as fait pleurer
Lorsque j'avais vingt ans
Oh non ce n'est pas toi
Ce monsieur décoré
Sinistre et somnolent
Ce n'est pas ces cheveux,
Alignés deux par deux
Que je trouvais si doux
Non ce n'est pas ces yeux,
Fatigués et soucieux
Qui allumaient les feux
Sur mes joues

Oh non ce n'est pas toi
Qu'un début d'embonpoint
Semble attacher au sol
Oh non ce n'est pas toi
Dont le menton rejoint
Sournoisement le col
Oh non ce n'est pas vrai
Que mes plus beaux regrets
Se sont endormis là
Oh non ce n'est pas vrai
Je n'ai pas pu pleurer
Pas pour ce monsieur-là

Oh non ce n'est pas toi
Toi qui m'as fait pleurer
Lorsque j'avais vingt ans
Oh non ce n'est pas toi
Car toi tu sourirais
J'espère, en me voyant
Mais voilà tu souris
Je retrouve ce pli
Que j'effleurais du doigt
Je retrouve tes yeux
Et même tes cheveux
Juste un peu moins nombreux
Qu'autrefois


Mais bien sûr que c'est toi
Et tu m'as reconnue
Presque au même moment
Mais bien sûr que c'est moi
La tendre et l'ingénue
Qui pleurait à vingt ans.
Mais bien sûr que c'est moi
Sans nattes dans le dos
Et plus quelques kilos
On est un peu moins beaux
On est un peu moins fous
Mais bien sûr que c'est toi
Mais bien sûr que c'est moi
Mais bien sûr que c'est nous [x3]


Un sincero intento de traducción:

Oh no, no eres tú
tú que me hacías llorar
cuando tenía veinte años
Oh no, no eres tú
ese señor adornado
siniestro y somnoliento
no son sus cabellos
peinados de dos en dos
que me parecían tan suaves
no son tampoco sus ojos
cansados y preocupados
que alumbraban los fuegos
de mis días

Oh no, no eres tú
que unos kilos de más
parecen atar al sol
Oh no, no eres tú
cuyo mentón empieza a llegar
discretamente al cuello
oh no eso no es cierto
que mis más bellos recuerdos
se adormecen en ellos
oh no eso no es cierto
que no he podido llorar
más por ese señor


He llorado por un muchacho
delgado y guapo como un principe encantador
He llorado por un muchacho
que tenía unos ojos de un aire conquistador

Oh no, no eres tú
tú que me hacías llorar
cuando tenía veinte años
oh no, no eres tú
pues tu sonreirás
yo espero los días
pero veo que tu sonries
y encuentro el pliegue
que rozaba tus dedos
Yo encuentro tus ojos
y tus mismos cabellos
sólo son un poco menos
que antaño

Pero seguro que eres tú
y me has reconocido
apenas al momento
Pero seguro que soy yo
la tierna y la ingenua
que lloraban a los veinte
Pero seguro que soy yo
sin el cabello a la espalda
y con unos kilos más
un poco menos guapos
un poco menos locos
pero seguro que eres tú
pero seguro que soy yo
pero seguro que somos nosotros

Belle!