Tuesday, February 22, 2011

Ladrón de bicicletas, esa joya de De Sica.




Ladri di Biciclette es una de las favoritas del neorrealismo italiano, pero a ver, primero que nada:

¿Qué es eso del neorrealismo italiano?

Fue un movimiento del cine italiano que surgió después de la 2da. Guerra Mundial. Algunas de sus películas representativas son Roma, città aperta (Rossellini), Germania, anno zero (Rossellini) o La terra trema (Visconti). Se caracterizaba porque sus directores usaban actores no profesionales, generalmente gente común y corriente, la técnica visual no destacaba y buscaba retratar la realidad de los sectores más pobres en ese país azolado por la guerra. Es un cine notablemente marcado por su preocupación social. Este tipo de cine es muy parecido a lo que hizo por ejemplo Buñuel con Los olvidados.

¿Y qué onda con Ladri di Biciclette?

La historia es esta: Estamos en la postguerra italiana. El país está en ruinas y no hay trabajo en ningún lado. La gente se muere de hambre. Antonio Ricci no es la excepción y junto con él, su esposa e hijo. Un día por fin consigue un puesto pegando carteles, pero para él ocupa la bicicleta que tiene empeñada. Él y María harán grandes sacrificios para recuperarla, sólo para que un bandido se la robe el primer día. Y así, el pobre Antonio que no tenía nada más que su bicicleta y su trabajo, tiene que salir con Bruno por toda Roma a buscar su medio de transporte o arriesgarse a perder su medio de subsistir. Todo esto mientras sus ridículos amigos le ayudan a buscarla pieza por pieza en el mercado, la policía se burla de él o su esposa le prende veladoras a los santos para hallarla.

Un dato curioso es que el actor principal era un trabajador en una fábrica, y estuvo dos meses sin trabajar para poder filmar. Y el niño fue escogido por De Sica mientras miraba el rodaje. La película tiene sus escenas ligeramente cómicas, pero en realidad, el tema de la bicicleta robada sólo sirve de pretexto para mostrar la marginación y el alienamiento de las gente más desafortunada.

Hay una escena casi al final que nos conmueve, cuando Antonio ya invadido por la desesperación se queda mirando la bicicleta sola en la calle. Lo que inevitablemente me lleva a pensar en lo que nos está pasando todos los días. ¿Qué nos hace pensar que esa gente que ha sido maltratada desde niños, que vive en condiciones de miseria, viendo desde su casa los lujosos centros comerciales de una vida que le está vetada de por vida...qué nos hace pensar que si tienen la oportunidad, no se atreverán a quitar una bicicleta, una camioneta, o una vida?



Bastante actual para nuestros tiempos esta película de Vittorio de Sica con guión de Cesare Zavattini.

1 comment:

  1. Qué onda Edgar?... Jajaja me ganaste, estoy preparando un "resumen" de De Sica y sus películas pero me faltan unas 3 que quiero ver todavía...

    Buena reseña!

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